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miércoles, 15 de diciembre de 2010
Cuando Felipe de Godoy (1607) expone su visión sobre el trato que se da a los indios, se dirige al Rey, como “príncipe cristiano, a quien tocó el amparo y la defensa de estos pobres, libre de solo el nombre, y más miserables esclavos que los etíopes”. Su oposición, como cristiano, a la explotación de los indios es tajante. Dice que los españoles, “olvidan, por el interés, la ley de Dios que se predica a estas gente nueva en la fe." De esto modo, " habiéndoles de dar ejemplo, y usar con ellos la piedad para que por ella conozcan y amen al Creador, se ve que son muy contrarias las obras de lo que se les enseña”.
La crítica del autor se dirige al trato que se está dando en Potosí a los indios. Cada año llegan a Potosí 13.300 mitayos con un total de por lo menos 140.000 llamas, con carga de ropa y alimentos. Esto representa un valor de por lo menos 1.400.000 pesos. Sobre eso, Godoy escribe al Rey lo siguiente: “Para un millón que dan de quintos a Vuestra Majestad, estos hambrientos arpias de Potosí roban a estos inocentes, que no les deben nada, un millón y cuatrocientos mil pesos en plata y otro tanto en sudor y sangre, que le sacan de sus venas con más crueldad que la que usaba Maximiliano con los cristianos”. (...)
Felipe de Godoy aplica al trato que reciben los mitayos, lo que dice el profeta Ezequiel sobre los pastores de Israel [Ez.34, 1-18), identificando el ganado abandonado y dispersado con los pobres, protegidos por Jahveh. Los indios son maltratados y explotados; los patronos mineros no les dejan descansar ni el domingo y no dan sepultura a los que murieren en su servicio.
La descripción de los mitayos que retornaron de Potosí pasando por el camino de Paria, es cruda: “los indios,- después de haber gastado cuanto traen a Potosí, - acabada la mita, vuelven rotos, desnudos y sin sustancia, como yo encontré a los de Chucuito: el que más rico iba, llevaba una olla donde cocía hierbas del campo y un poco de maíz, con los que se iba sustentando y a su mujer e hijos. (...)., llegando así a sus pueblos, donde los corregidores y los tenientes y los doctrineros los aguardan, para que los sirvan en sus granjerías y para roerles los huesos, después de haber dejado la carne y la sangre en Potosí”.
Del libro: Oruro 1607: el Informe de Felipe de Godoy, pp. 21-22.

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy bien por Felipe de Godoy. Y los crímenes que se cometieron aún se siguen cometiendo contra los pueblos indígenas con otras formas, pero algunas por cierto, casi iguales con las de antaño.Como cristianos debemos dejar claro que la Iglesia nunca ha sido cristiana desde que existe como institución, pues siempre fue y es cómplice de los ricos y poderosos, que a su vez se disfrazan de cristianos para aparentar una dignidad de la que carecen.
Quien desee documentarse bien sobre este y otros temas puede acceder por internet a esta cadena de radio y televisión de los critianos originarios:www.alternativartv.com