Raúl Prada Alcoreza
La historia de las organizaciones sociales hay que manejarlas con seriedad y fuentes; no pueden ser fácilmente reducidas y circunscritas a las veleidades de una polémica coyuntural. La seriedad y las fuentes están ausentes de la exposición descalificadora de Pablo Stefanoni, se hacen aseveraciones completamente desacertadas y se descontextúa determinada situación en la que se vieron involucradas las autoridades del CONAMAQ cuando se inicia el ciclo de movimientos sociales del 2000 al 2005. Además se tiene la desvergüenza de preguntar ¿A quién representa el CONAMAQ? ¿Qué significa esta pregunta? ¿Se coloca en lugar de juez? ¿Se pide cuentas? ¿Quién los pide? Ya no preguntaremos invirtiendo la pregunta ¿A quién representa Stefanoni? Sino haremos otra: ¿A qué representa Stefanoni? Pues está claro que no representa a nadie salvo que elabora discursos pedantes y descalificadores de las tendencias indianistas del proceso boliviano. Trataremos de responder entonces a la pregunta del qué representa, pero antes haremos una breve lista de lo que se olvidó a propósito este operador político.
Podemos decir que una de las vertientes del CONAMAQ es precisamente el trabajo de investigación y de recuperación de la memoria del conocido Taller de Historia Oral (THOA). El THOA fue y es una de las más sugerentes experiencias de investigaciones alternativas y descolonizadoras; la tarea del THOA no fue solamente la sistematización de la memoria oral a través de entrevistas a los achachilas, los abuelitos y abuelitas, sobre todo rememorando las acontecimientos más importantes de las resistencia de las naciones y pueblos, de las comunidades y de los ayllus, acontecimientos que nos muestran claramente las estructuras de larga duración de la historia andina. Hablamos de los levantamientos pero también de la lucha legal por la recuperación de las tierras de comunidades a través de la labor minuciosa de los apoderados. Ahí están las valiosas investigaciones de Silvia Rivera Cusicanqui, profesora investigadora de la carrera de sociología de la UMSA, quien de una manera señera nos muestra el camino de la construcción del conocimiento descolonizador. El CONAMAQ tiene como vertiente esta labor de ruptura epistemológica y metodológica respecto a una academia que no deja de ser hasta ahora colonial. Labor por cierto política no solo por las tareas de difusión sino de formación. Hay también otras vertientes, una de ellas de larga data, que tiene que ver con la historia misma de las organizaciones sociales y las estructuras duales y complementarias andinas, hablamos de la pervivencia de los ayllus en el norte de Potosí, en Oruro y en los valles de la cordillera. Esta pervivencia y el proyecto político de reconstitución se articulan para formar una gran organización que se encamine precisamente a la reconstitución territorial de los suyus. Son diez y seis suyos los reivindicados por CONAMAQ; a ellos representan su tata y su mama autoridades de la organización. Otra vertiente es la conversión de los sindicatos a ayllus; esto viene ocurriendo durante más de una década. Como se puede ver, el proyecto es político, cultural, societal y territorial. El CONAMAQ supone una confederación de naciones. Tenemos como acto de fundación la siguiente referencia:
Las Autoridades Originarias de algunos Ayllus de las tierras altas del país, después de realizar varias reuniones, el 15 de septiembre de 1993, en el Jatun Ayllu Yura (Potosí), conforman el CONSEJO IMPULSOR DE AYLLUS DE BOLIVIA (CIAB). Este Consejo prepara una convocatoria que deriva en la organización el Tantachawi en la localidad de Challapata (Oruro), en fechas 21, 22 y 23 de marzo de 1997, donde se constituye el CONSEJO NACIONAL DE AYLLUS Y MARKAS DEL QULLASUYU CONAMAQ.
Durante el ciclo de movimientos sociales que conmueven Bolivia, el CONAMAQ va a formar parte del Pacto de Unidad, conjuntamente con la CSUTCB, la CNMCIOB “BS”, la CSCIB, y la CIDOB. Pacto de Unidad que es el constructor de dos documentos importantes para la Asamblea Constituyente, el documento teórico sobre el Estado Plurinacional Social y Comunitario y el documento en forma de artículos; ambos documentos han sido el referente más importante de las comisiones de la Asamblea Constituyente. El apoyo constante de las organizaciones sociales en el proceso constituyente coadyuvan en la orientación de la Asamblea y ayudan a salir victoriosos de la confrontación con la derecha y las oligarquías regionales. El Pacto de Unidad ha elaborado el Anteproyecto de Ley de la Madre Tierra, consensuada con la Asamblea Legislativa Plurinacional.
¿A qué representa Pablo Stefanoni? De sus discursos y escritos se puede ver que se trata de un operador político de un proyecto, que no es desde ya el de la descolonización, menos de la perspectiva abierta por la concepción del vivir bien, tampoco se trata de la fundación del Estado plurinacional comunitario y autonómico, está lejos de apoyar la aplicación consecuente de la Constitución. ¿Cuál es su proyecto entonces? Defiende la modernidad, por lo tanto esta forma de colonialismo, ¿está de acuerdo con la industrialización? ¿Cuál? Parece inclinarse por el nacionalismo, la forma mestiza de dominación sobre las naciones y pueblos indígenas originarios campesinos.
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