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viernes, 14 de enero de 2011
Con gran éxito finalizó el Encuentro Intercultural de alumnos de la Tecnicatura Superior en Desarrollo Indígena impulsado por el Consejo de Organizaciones Aborígenes de Jujuy (COAJ). En la oportunidad el líder indígena boliviano Mario Mendoza Coria, compartió con referentes indígenas jujeños su conocimiento sobre el buen vivir, un aporte del mundo indígena para repensar los procesos de destrucción de los recursos naturales que están alterando las posibilidades de vida de muchas comunidades.
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Para cerrar el primer año de la Tecnicatura Superior en Desarrollo Indígena, el COAJ llevó a cabo dicho encuentro. En ese marco, los líderes de los pueblos originarios  que cursan esa oferta educativa han socializado sus producciones, todas referidas a cuestiones comunitarias que son el producto de un proceso educativo innovador que busca convertir a los líderes en motores de un modelo de desarrollo con perspectiva indígena. 
En la oportunidad, Mendoza Coria manifestó que “el buen vivir es una alternativa planteada por los pueblos originarios en contraposición con el modelo de desarrollo occidental neocapitalista” y agregó que los pilares del buen vivir son la armonía, el elequilibrio y el respeto por la tierra.
“En Occidente –explicó- no se respeta a la naturaleza que es considerada como un medio de producción para la acumulación capitalista. Para los pueblos indígenas, en cambio, la Pachamama es el ámbito donde se desarrolla la vida y el hombre es un elemento integrado a ese espacio, no está sobre el”. 
El líder boliviano apuntó que “para el buen vivir es necesario avanzar hacia la descolonización; cambiando la lógica de pensamiento eruocéntrica que nos ha inculcado la conquista  y hay que trabajar para recuperar y fortalecer la identidad, la historia, la memoria indígena porque sino no puede haber futuro”. 
Además, el dirigente indígena añadió que la defensa de la tierra es central en esta perspectiva de pensamiento. “La Pachamama tiene vida, es un componente del sistema mundo, por eso si atentamos contra ella -como lo hacen los países industrializados que están provocando el calentamiento global, la desertización por monocultivo, etc.- estamos poniendo en riesgo la sobrevivencia de la comunidad”. 
Finalmente, relató la situación de despojo que vivió la Nación Uruchipayas que vivía en las orillas del Lago Poopó que fue afectado por la contaminación producida por Mina Uanuni que explotaba plata. “Han contaminado el lago y los urus han sido despojados de la posibilidad de seguir viviendo en su lugar ancestral”, acotó. Un proceso similar se está dando en la Paz, por la explotación del cobre. Por eso, “pedimos respeto a la Madre Tierra, a nuestros territorios, que es un tema que está actualmente en discusión en Bolivia”, agregó.

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